Las cookies nos permiten ofrecer nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.
Más info
Viñedos
La cuna de nuestros vinos

El proceso de elaboración de nuestros vinos empieza en un lugar muy importante: la viña. Nuestras viñas se encuentran todas situadas en el término de Santa Maria del Camí, un pueblo a 15 km de Palma, en el Raiguer de Mallorca, tierra de gran tradición vitivinícola. Concretamente, las plantas crecen en las afueras del pueblo, en las zonas conocidas como el Pla de Buc i el Torrent Fals, y que suponen un escenario inmejorable para el buen desarrollo del cultivo de la uva, y aún mejor para las variedades autóctonas que usamos. Las viñas están plantadas en diferentes parcelas con diferentes tipos de suelo y tierra, y son de diferentes edades. Algunas tienen ya más de 40 años y otras son de plantación joven, un hecho que también marca la diferencia del fruto y de su sabor final. Esto nos permite destinar los diferentes tipos de uva a la elaboración de vinos diversos.

  • Viticultura
    Viticultura ancestral

    Practicamos una viticultura ancestral, es decir, aquella que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Hay que tener en cuenta que nuestras viñas son de secano, ya que la pluviometría suele ser de 300 y 450 mm al año. Por este motivo tenemos una tierra singular que requiere unas variedades de uva especiales, que son las variedades autóctonas que mantenemos y continuamos cultivando porque son las que mejor se adaptan a este tipo de clima. La escasez de lluvia también hace que sea necesario optimizar bien los recursos que la naturaleza dispone, y por eso realizamos técnicas aprendidas de nuestros abuelos, como dejar crecer la vegetación después de vendimiar hasta que se acabe el periodo invernal. Es lo que se conoce como ‘cubierta vegetal espontánea temporal’ y los resultados y beneficios que nos aporta son muchos: - Evita fenómenos de erosión provocados por las lluvias de otoño. - Aporta nutrientes y materia orgánica al terreno. - Mejora la estructura de la tierra. - Activa la vida microbiana de la viña. Una vez ha pasado el reposo invernal, se tritura la cubierta vegetal y se eliminan los restos de hierbas de forma mecánica. Es importante remarcar que no utilizamos adobos químicos, sino simplemente excrementos naturales de nuestras propias ovejas. Otro trabajo muy importante en la viña es la poda. En casa realizamos la poda popularmente conocida como “ull mira tall” que se basa en respetar al máximo los conductos de savia de la planta. Las técnicas culturales que se realizan una vez ha empezado el periodo vegetativo se encargan de regular el vigor de la planta para obtener uvas de máxima calidad. Finalmente, para acabar el ciclo, cuando ya ha madurado el fruto, se hace un control de madurez para decidir el momento idóneo para vendimiar.

  • La vendimia
    Vendimiado a mano

    La vendimia es, sin duda, uno de los momentos más importantes en el proceso de elaboración de vino. Para nuestra familia siempre ha sido sinónimo de trabajo duro y minucioso, ya que siempre hemos vendimiado a mano. Esto ha supuesto desde antaño que el tiempo de la vendimia esté ligado a un periodo de recolección de trabajadores temporeros y a unos días de trabajo pesado, pero a la vez también alegre.
    Pasamos muchas horas al sol recogiendo y seleccionando las uvas, pero se trata de un trabajo grupal, que aún mantenemos como tiempo atrás, y que crea una cierta fraternidad y momentos inolvidables cada año. Evidentemente las cosas han cambiado, y la modernización también ha llegado a la viña. Ya no se vendimia con la vestimenta tradicional ni se cantan las canciones típicas, que tanto ayudaban a que pasara el tiempo de trabajo más rápido. De todas maneras, nos gusta recordar este pasado y conservamos muchas de estas canciones, llamadas ‘gloses’ que nuestro abuelo, Sebastià Pastor Batle, siempre nos cantaba:

    Noltros venim de vermar
    d’una vinya molt enfora
    per això venim deshora
    perquè havíem d’acabar